Había llegado el momento de reunir al grupo. El think tank. Hacía falta. Era necesario de nuevo. Todos habíamos evolucionado de manera satisfactoria, aunque probablemente en direcciones divergentes. Y también era cierto que nos habíamos rodeado de personajes diferentes, los que cada uno había seleccionado de los muchos que se habían cruzado en nuestro camino. Bajo nuestra apariencia de solitarios estábamos rodeados de multitud de gente tremendamente válida, que nos echaba un cable cuando era necesario, así como nosotros hacíamos con ellos. En realidad, eramos legión, y no me estoy refiriendo a los habitantes del averno -¿o sí?- . De todas formas éramos conscientes de que nuestra... lucha, si se le podía llamar así, sería ardua y prolongada, y que probablemente nunca terminaría. A menos que esa fuera nuestra decisión. Y no parecía que fuera a ser así.
"He’s a one in a million. He’s lucky and happy because the battle is not for him to fight. He’s doesn’t have a cause, perhaps he’s wrong, perhaps he’s right. But he doesn’t shout about it, no he doesn’t shout about it".
Gilles, Gilles and Fripp
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